“Tros” es la palabra que definía una pequeña pieza de tierra que una persona puede trabajar en un día, aproximadamente una hectárea. Trossos es una colección de viñas viejas, pequeñas parcelas de la zona histórica de la D.O. Montsant, siempre identificables, por su origen y por sus suelos diversos: arenosos, calcáreos o de arcillas rojas. La relación de los mono varietales Trossos reúne esa gran riqueza, acentuada por un trabajo respetuoso que otorga a los vinos un corte clásico partiendo de la tradición, obteniendo como resultando añadas de gran potencial y complejidad. En definitiva, vinos de guarda, de altísimo valor representativo del origen y de la estirpe de cada variedad.
Saleres/Notaria. 2 viñedos singulares de garnacha blanca, ambos con la cualidad precisa para constituirse en un vinos de guarda, cuya primera añada (2007) sólo se embotelló en magnum. De progresión pausada y gran complejidad, otorgan una gran relevancia a esta variedad blanca. Saleres, de suelos blancos, aporta la versión delicada y rica en matices. Notaria, con sus cantos de río, aporta la versión concentrada y longeva.
Notaria, garnacha 100% de un clon único e irrepetible. Viticultura biodinámica que permite, en mayor medida cada año, maduraciones plenas, equilibradas. Femineidad aparente, elegancia extrema que se va transformando en retrogusto de alta intensidad, combinación de cítricos, especiados y amargos sutiles. Infinito campo de taninos perfilados. Diferente a todos.
SANTS sintetiza la expresión más clasicista y austera de la garnacha blanca. Dos viñedos viejos de entre 40 y 60 años en el término de Marçà. Orientaciones aubagas y buena ventilación. Pureza de la variedad sin ningún acompañamiento. Voluntad de esbeltecer su generoso peso en boca, partiendo del mismo trabajo delicado de viticultura y limitando a la mínima expresión el trabajo con las lías. Plenitud frutal con notas salinas. Hipergastronómico.
Vells, cariñenas viejas del Masroig, de arcillas rojas. Ocho viñas en el corazón de la D.O. Apurando la maduración muestran una visión placentera y auténtica de la variedad. Taninos vibrantes en ausencia de reducción. Aromas de violetas, modelados en arcillas de terrosidad muy cercana. Un clásico que hasta la época presente no había existido como tal.